
—¿Pero, en todo este alud de circunstancias, la escritura es para usted una necesidad real?
—Es que yo tengo a veces un ruido en la cabeza que sólo se mitiga cuando escribo.
Francisco Ferrer Lerín entrevistado
"Esta tarde, a Circeto de los altos hielos, grasienta como el pescado, y pintada como los diez meses de la noche roja (su corazón ámbar y spunk)". Arthur Rimbaud, "Devoción", Iluminaciones, traducción de Miguel Casado.

La luz de Flaubert. La novela moderna es una novela carcelaria. Narra el fin de la experiencia. Y cuando no hay experiencias el relato avanza hacia la perfección paranoica. El vacío se cubre con el tejido persecutorio de las conexiones perfectas, la escritura cerrada, le mot juste. Flaubert define ese camino, decía Steve. Un hombre encerrado días enteros en su celda de trabajo, aislado de la vida, que construye a altísima presión la forma pura de la novela. La luz laboriosa de su cuarto, que permanece encendida toda la noche, servía de faro a los barcos que cruzaban el río. Esos marineros, por supuesto, dijo Steve, eran mejores narradores que Flaubert. Construían el fluir manso del relato en el río de la experiencia."