jueves, 28 de mayo de 2020

Un virus desconocido (Roberto Bolaño)

"Esa noche no quise dormir en la comisaría y me hice un hueco en una madriguera llena de ratas tenaces y sucias y cuando desperté estaba solo. Aquella noche soñé que un virus desconocido había infectado a nuestro pueblo. Las ratas somos capaces de matar a las ratas. Esa frase resonó en mi bóveda craneal hasta que desperté. Sabía que nada volvería a ser como antes. Sabía que sólo era cuestión de tiempo. Nuestra capacidad de adaptación al medio, nuestra naturaleza laboriosa, nuestra larga marcha colectiva en pos de una felicidad que en el fondo sabíamos inexistente, pero que nos servía de pretexto, de escenografía y telón para nuestras heroicidades cotidianas, estaban condenadas a desaparecer, lo que equivalía a que nosotros, como pueblo, también estábamos condenados a desaparecer".

Roberto Bolaño, "El policía de las ratas" 

martes, 26 de mayo de 2020

Enrique Lihn en la cornisa (Enrique Lihn)


Ya sé que esta pregunta da para todo, ¿pero podrías explicar lo que es para ti la poesía?

La tendencia mía se inscribe en un tipo de registro poético que considera el lenguaje como algo de alguna manera intraducible; trata de postular una especie de lengua dentro del lenguaje que ofrezca la misma resistencia que una lengua extranjera. Esa es una tendencia que siempre ha existido en la poesía. La poesía es una forma de pensamiento, y lo que a mí me interesa es la ocasión que la literatura ofrece para ponerla en práctica. El más célebre componente de esta postura es Poe cuando se refiere a cómo escribió "El cuervo". Por aquí tengo la cita: "Es mi intención mostrar que ningún detalle de su composición puede asignarse a un azar o una intuición, sino que la obra se desenvolvió paso a paso hasta quedar completa, con la precisión y el rigor lógico de un problema matemático".

Enrique Lihn en la cornisa ("Una entrevista pendiente, un poema intempestivo, una secuencia fotográfica", Claudia Donoso), p. 72.

lunes, 25 de mayo de 2020

Tolstói, Kafka y el escarabajo (Elias Canetti)

"Tolstói disfrazado de escarabajo en un baile. ¿Le habría gustado a Kafka, que veneraba a Tolstói, leer esto después de haber escrito La transformación?

Elias Canetti,  Apuntes, "La provincia del hombre", 1971.

lunes, 18 de mayo de 2020

El poeta (Walter Benjamin)



"El poeta goza del privilegio incomparable de que puede ser a discreción bien él mismo o bien otro. Como el alma errante en busca de un cuerpo, entra, cuando quiere, en la persona de otro. Para él la persona de cualquiera está libre y abierta, y si algunos lugares le parecen cerrados, es porque, a sus ojos, no vale la pena visitarlos".

("El París del Segundo Imperio en Baudelaire", Charles Baudelaire, Spleen de París, Madrid, 1998, p. 29. Citado en W. Benjamin, Obras I, 2, p. 146).

domingo, 17 de mayo de 2020

Escribo (Enrique Lihn)

                                                                              (Claudia Donoso, 1983)

                                Escribo para desquitarme de la inacción que significa escribir
                                Escribo como alguien compra un número de la lotería atrasado
                                Escribo de parte de los perdedores para la mortalidad
                                Escribo sin voz por amor a la letra
                                Escribo, luego el otro existe.
La aparición de la Virgen, 1987

jueves, 14 de mayo de 2020

Bibliotecas (Rubén Ángel Arias Rueda)

Me sentiría muy incómodo si se me invitara a hacer una defensa de las bibliotecas públicas. Es tan evidente su importancia que no me veo capacitado no ya para mantener, sino para empezar una conversación con alguien que no vea esa importancia o no quiera verla. Tener que defender este hecho, verme en esa tesitura, sería ya un signo inevitable de que he sido derrotado. 

Además, y en esto voy con Spinoza, nadie nunca ha sido convencido por una razón, por un argumento. Eso que llamamos “convencer” no es otra cosa que un “cambiar de afecto”, y los afectos escapan al poder de las argumentaciones. Uno convence a los convencidos, a quienes contaban con esa predisposición, y así ha sido siempre. 

¿Cómo se llega al convencimiento de la necesidad de bibliotecas públicas? Ni idea.

¿Cómo se llega al convencimiento de su utilidad y su atractivo? Esta es fácil, esta me la sé: con su uso. Con un uso habitual y prolongado. 

No creo tampoco en las defensas humanistas del libro, que es un mero soporte y como tal puede contener cosas extraordinarias e infames, ni de la literatura, a la que los poderes económicos, académicos y políticos menosprecian con una mano y ensalzan con la otra, según les convenga. 

¿La literatura nos hace mejores? Pues de nuevo: ni idea.

¿La bibliotecas abundantes y muy pobladas nos mejoran? La respuesta aquí es un sí tan rotundo que no lo estropearé con ninguna demostración. Nos mejora que los libros sean muchos y accesibles, y que se encuentren dispuestos por materias, primero, y alfabéticamente, después, al margen del orden que el mercado querría imponer sobre ellos. 

Y aunque ya se haya adivinado creo que debo, con énfasis, reconocer que soy un usuario tenaz –terco, muy burro– del libro impreso, en el cual sigo encontrando unas nada nostálgicas ventajas para la lectura y el estudio. En consecuencia, lo que –más allá de la abundancia– me parece que debe ser reivindicado –y sin saber muy bien del todo a qué me refiero (ni falta que hace)– es el placer, el detenimiento, el tiempo perdido y recobrado y vuelto a perder no solo en la lectura, sino también en las búsquedas y encuentros azarosos que el andar entre las baldas propicia continuamente. 

Esto último es imposible sin el espacio tridimensional de las bibliotecas y sin la tridimensionalidad de quienes las atienden y las conservan, pues no hay logaritmo capaz de dar con la cifra no ya de los gustos personales (tan poco personales y tan logarítmicos a nada que se indague en ellos), sino de los caprichos de quien merodea entre muchos libros juntos. 

El espacio tridimensional de las bibliotecas y las personas. En ello veo, al menos, una clave. El espacio tridimensional y nuestra capacidad –es casi un don– para perdernos en él.

domingo, 10 de mayo de 2020

La sordera de siempre (Georg Christoph Lichtenberg)



"No es que los oráculos hayan dejado de hablar, sino que los hombres han dejado de escucharlos".
Georg Christoph Lichtenberg, Aforismos, Cuaderno F (1776-1779)

sábado, 9 de mayo de 2020

Literatura, tiempo y antitiempo (Enrique Lihn)



"La literatura te exige tu tiempo hábil, tu tiempo libre y el tiempo o el antitiempo en que duermes y sueñas". 
Enrique Lihn conversando con Claudia Donoso, 1981
(Sugerencia de Ignacio Bajter)

viernes, 8 de mayo de 2020

La mierda y el futuro (Osvaldo Lamborghini)


"La mierda viene del futuro".


jueves, 7 de mayo de 2020

Un acto de lenguaje y una política del pensamiento (Henri Meschonnic)



"Un poema es un acto del lenguaje que no tiene lugar más que una vez y que recomienza sin cesar. Porque hace al sujeto. No cesa de hacer sujeto. De ustedes. Porque el poema es una actividad, no un producto".

"Devastar la representación convenida, enseñada, canónica. Porque el poema es el momento de una escucha. Y el signo no hace más que darnos a ver. Es sordo, y permanece sordo. Sólo el poema puede ponernos en la voz, hacernos pasar de voz en voz, hacer de nosotros un escucha. Darnos todo el lenguaje como escucha. Y la continuidad de esta escucha incluye, impone una continuidad entre los sujetos que somos, el lenguaje que devenimos, la ética en acto que es nuestra escucha, de donde viene una política del poema. Una política del pensamiento. El partido del ritmo".
Henri Meschonnic, Manifiesto a favor del ritmo