Dicho de paso, no es que los jóvenes puedan hacer los que les dé la gana, sino que están obligados a tener ganas de hacer algo, razón por la cual también son opresivas las imágenes de tolerancia, vida alegre, irresponsabilidad, liberación o buen rollo que les están obligando coercitivamente a ser lo que son en estos momentos, pero ésa será una arqueología de la imagen que sólo podrá salir a la luz y hacerse visible dentro de cincuenta años. Ahora ese forjado está trabajando y no se lo puede ver, aunque en ocasiones se le oye crujir.
Autobiografía sin vida