jueves, 27 de febrero de 2014

Materia orgánica (Miguel Serrano Larraz)




"¿Por qué se empieza a contar? No cuándo, ni cómo, sino por qué. Una historia nos ronda durante años, una historia que nos parece adecuada para una novela, para un cuento, para cualquier tipo de artefacto ilusorio, la formamos mentalmente, la cuidamos y lamemos como a un cachorro, y nos parece satisfactoria, o necesaria (necesaria para nosotros, se entiende, para nuestra consistencia), pero nunca llegamos a escribirla, se queda por ahí, como el recuerdo dudoso de haber consumido cierta droga, flotando, de conexión neuronal en conexión neuronal, en el enorme hongo (o nube) nuclear de la memoria, como un pájaro que pasa por allí de vez en cuando (su mirada negra, redonda, abultada, sin eje), hasta que por fin desaparece en pleno vuelo, se descompone o se desplaza fuera de nosotros, migra a lugares más propicios o menos hostiles (más tibios), y la desaparición nos alivia, nos quita de encima un peso y una falsa responsabilidad. Todo se pudre tarde o temprano al exponerse, aunque en la putrefacción haya fermentación. La luz nos amarillea, el calor nos descompone, la brisa nos erosiona, la humedad de la vida oxida nuestra alegría infantil. Al mismo tiempo, todo permanece en alguna forma. Materia orgánica."

Miguel Serrano Larraz, Autopsia, Candaya, 2013, p. 30.