martes, 23 de septiembre de 2025

A Sibyla (Enrique Lihn, 1980)



A SYBILA

Hay contradicciones que hago reinar en mi espíritu, porque tengo
                                        cincuenta años.
Les admiré, pero nunca estuve a favor de los héroes.
¿Un corazón partido en dos
patrimonio de los burgueses que se alimentan con nuestra sangre?
No puedo negarme a esa probabilidad. Soy, es cierto, un burgués
aunque prescindible y a veces inaceptable.

Pero estoy defendiendo mi caso, lo sospecho
en lugar de exponerme a un juicio de traición:
he cancelado todas mis creencias.

Creo que el mundo se mueve en la medida en que se ofusca.

Profetizas el adviento del amor en un mar de sangre
ciego pero a imitación de la justicia, y una felicidad de matar y morir
a las órdenes de Eros el dios de la guerra.
Yo, que detesto ese culto híbrido, te celebro en nombre
                                                                  del suicidio
que deriva de la amistad y te agradezco que en su nombre
me invites a participar en el abominable espectáculo.

Sólo estaríamos de acuerdo si la realidad fuera utópica

pero mi simpatía nunca ha firmado un tratado
y, por lo tanto, te envío este poema.

                                                    abril 1980


[Encontrado en The Enrique Lihn Papers, archivo del Getty Research Institute de Los Ángeles, California, dedicado a Sybila Arredondo de Arguedas (1935). Copiado de la revista PUF n.º 17, Cuernavaca - Santiago de Chile].