viernes, 8 de septiembre de 2017

Terrible, maravilloso y extraño (Jorge Luis Borges)


"Hay algo más terrible y maravilloso que ser devorado por un dragón; es ser un dragón. Hay algo más extraño que ser un dragón: ser un hombre".

Jorge Luis Borges, "Modos de G. K. Chesterton",  Sur, n.º 22, 1936, Buenos Aires.

lunes, 17 de julio de 2017

El caso de la gramática (Nietzsche)

"Creo que no nos podemos desembarazar de Dios porque todavía creemos en la gramática".

(Nietzsche citado por Ricardo Piglia)

sábado, 3 de junio de 2017

lunes, 29 de mayo de 2017

El desplazamiento, el cambio de lugar (Ricardo Piglia)

"El estilo sería ese movimiento hacia otra enunciación, una toma de distancia respecto a la palabra propia. Me parece entonces que podríamos imaginar que hay una sexta propuesta. A la que yo llamaría, el deslizamiento, el desplazamiento, el cambio de lugar. Salir del centro, dejar que el lenguaje hable también en el borde, en lo que se oye, en lo que llega de otro".

Ricardo Piglia, Una propuesta para el próximo milenio

domingo, 21 de mayo de 2017

sábado, 15 de abril de 2017

Si una obra es clara... (Paul Valéry)


"Si una obra es clara, y si además es maravillosa, es oscura en la medida en que es maravillosa. Una cosa bella es siempre oscura.
     Lo admirable es inexplicable como tal".
Paul Valéry, Cahiers

viernes, 14 de abril de 2017

En las arcanas irregularidades de la gramática


"Es en las nimiedades, en las arcanas irregularidades de la gramática, donde encontramos la inmediatez de la intuición, la incipiencia del pensamiento y el empuje del estilo, como metal fundido en el molde de la articulación. La sintaxis, las temporalidades que configuran y denotan los tiempos verbales, las convenciones de la predicación y la nominación propias de una lengua y una época dadas son la estructura nerviosa del sentimiento y el argumento".

George Steiner, Errata. El examen de una vida

lunes, 10 de abril de 2017

Piedra pómez y cartas sin abrir (Jean Cocteau)



"Durante varios años, Erik Satie vino por las mañanas al número 10 de la calle de Anjou a tomar asiento en mi cuarto. No se quitaba el abrigo (en el que no hubiera tolerado la menor mancha), ni los guantes, ni el sombrero ladeado hasta el binóculo; ni soltaba el paraguas. Con la mano libre hacía pantalla en la boca sinuosa cuando hablabla o se reía. Venía a pie desde Arcueil. Vivía allí en un cuarto pequeño en donde, tras su muerte, hallaron todas las cartas de sus amigos. Estaban todas sin abrir.
     Se lavaba con piedra pómez. Nunca usaba agua."

Jean Cocteau, La dificultad de ser, Siruela, 2004, p. 20.

domingo, 12 de febrero de 2017