domingo, 17 de agosto de 2014

Bajo el artificioso equilibrio del balance (Juan Benet)


"Se ve, una vez más, que en tales circunstancias y con vistas a la resolución de los propios propósitos el pensamiento ha de ser simple y la acción rápida y concluyente; que no se puede nadar y guardar la ropa; que el tiempo consumido en medir las ventajas o inconvenientes de un cierto acto puede ser tiempo perdido, cuando bajo el artificioso equilibrio del balance bulle el futuro; que toda opción es una aventura y que no prevalecerá quien anteponga su seguridad y pretenda embarcarse en ella sin correr riesgos; y que quien se lanza a la conquista –sea del poder, sea de lo que sea– lo hará tanto mejor si no cuida sus espaldas."


"Un cierto autor ha venido a describir la guerra civil en Región como una reproducción a escala comarcal y sin caracteres propios de la tragedia española. Sin embargo, ha olvidado o desdeñado el hecho de que toda reducción, como toda ampliación, concluye, se quiera o no, en un producto distinto de la matriz, no sólo formado a veces de una sustancia diferente, sino en el que –a causa de la diversa elasticidad de sus ingredientes en el momento de ser dimensionalmente alterados, aun conservando la homotecia general entre los dos todos– ciertos componentes ejercen sobre el conjunto un influjo que es distinto según sea su dimensión. Si a ello se añade que cuanto más reducido y menos poblado es el campo de la tragedia, mayor influencia tendrá el héroe o el individuo (aun cuando la propaganda montada en torno al líder pretende hacer creer todo lo contrario), se admitirá que la transformación homotética de un fenómeno histórico nacional para la representación del mismo a escala local provocará las suficientes deformaciones como para proveer una imperfecta e inexacta composición. De la misma manera que el grano de la película sólo brota en la fotografía a partir de cierta ampliación, el individuo sólo es perceptible en un campo reducido; en el paso siguiente sólo se verán granos o sólo individuos, desvanecidos los vínculos de luz y sombra que los unen o separan en la visión de conjunto. Se pensará, por tanto, que la elección de la distancia focal es esencial para obtener el cuadro que se desea; se concluirá, sin embargo, que cualquiera que sea esa distancia –y tal vez elegida al azar– se obtendrá un cuadro y sólo uno, ni más exacto ni más falso que cualquier otro, más o menos satisfactorio para el ojo que lo contempla y más o menos concordante con la curiosiad que le llevó a contemplarlo."

Juan Benet, Herrumbrosas lanzas, Libro tercero