"Vos te pensás que escribiendo esta novela te van a rajar del pueblo. Ni en pedo. Lo que va a pasar es que todos se van a creer que son personajes y, aun cuando, a lo Frankenstein, con pedazos de uno hayas construido a otro, todos van a querer estar y encontrarse. Porque aun cuando la mierda los salpique ninguno querrá quedar afuera. Y esto no será por mérito de tu literatura. Será por vanidad. Nos pierde la vanidad. A quién no le gusta salir en la foto."
"Ayer, como todas las mañanas, salí a caminar por la playa desierta con mi ovejero. De pronto el perro se lanzó tras una mariposa. La mariposa aleteaba provocándolo. El perro la perseguía y le ladraba. Un golpe de viento se llevó la mariposa. Y el perro quedó con la lengua afuera, jadeando. Después, sin resignarse, ladró una vez más. Tuve una intuición. La mariposa era la novela y yo el perro."
Guillermo Saccomanno, Cámara Gesell