"El desdoblamiento entre el artista y el ciudadano no siempre es fácil de gobernar. ¿Quién piensa esto, yo, el narrador de la novela o el personaje?
Para el poeta las cosas son todavía más
difíciles. El poeta debe inventar una voz que se distinga entre las voces. Debe
creer en lo que escribe y crear los valores sobre los que quiere escribir. Los
valores del poeta y los del ciudadano que escribe, ¿serán a partir de entonces
los mismos? Yo creo que sí, que así debe ser. Entonces la poesía se transforma
en una actividad infernal."
Carlos Liscano, El escritor y el otro.