"El destino de todos nosotros, los escritores que obedecemos al llamado de la vocación y no al afán de lucro, es una continua busca de pretextos para diferir el momento de tomar la pluma. ¡Con qué solicitud la realidad suministra esos pretextos y con qué delicada devoción se confabula con nuestra indolencia."
Bioy Casares, "Los que aman, odian"