domingo, 23 de diciembre de 2007

Valor, merecimientos, consagración

"Y le decía que entre esos requisitos debería incluirse el valor, el valor para fracasar, el valor para decir aquello que no puede decirse, sin importar la naturaleza del impedimento, el valor para decir aquello que nadie quiere decir, para decir aquello que nadie quiere oír –quien dice lo que los otros quieren oír, Mandrake, es la televisión–, el valor al que me refiero es el de Sade, que pasó 27 años de su vida en manicomios, Sade, que se mantiene vivo doscientos años no por su estilo, sino por su valor. En fin, valor para rechazar todos los premios, o mejor todavía, el valor para no querer merecer premios, y el peor de todos los premios es la consagración en vida."

Rubem Fonseca, Del fondo del mundo 
prostituto sólo amores guardé para mi puro